20.10.12

El sereno




 
No hay más que ver el silencio
con que el faro
señala a la luna su cara nueva.

Poemas de madrugada




La pesca en el hielo

Comencé a pescar en el hielo
cuando murió mi madre.
Todas las mañanas
iba en el trineo
a inventar de nuevo el mundo.
Los peces me daban el calor
de su movimiento.

Creo que sé lo que hago:
cavo un hueco y busco
vida en el útero helado.




Veneno

Como cada mañana se abre
con el olor del pan
se abrió mi corazón con el dolor
de tu partida.

Ubre de silencio me amamanta.
Túnica de harina me amortaja.
El trigo que se mueve con el viento
me mueve sin propósito.

No hay bendición que me contenga
ni consuelo que me llegue repartido.
El pan que me alimenta
es el pan que me envenena.





Pobreza


La noche de los pobres
se aleja de la luz.

Los pobres tienen mosaicos de camellos en la frente
y de sus cabezas
ensortijadas de solenoide
se escapan los vientos de la crin.
Fantasmas de pan
mansalvas de aceituna
liberan a los pobres por la noche
de sus pobrezas de borrachera
sus resacas de sombra.

Este mundo es
la pobreza.

Nadie que haya caminado
hasta la madrugada
podrá desmentirme.

Se aleja de la luz. Se me
aleja de la luz.