5.9.10

Perspectivas de una lucha histórica


Escribí esta nota para el nº 2 del periódico Crítica de los Trabajadores, que editamos como parte de la lucha que venimos sosteniendo en defensa de nuestro salario y nuestra fuente laboral.

Los trabajadores del diario Crítica de la Argentina han demostrado, entre otras cosas, dos hechos incontrastables: que sólo los trabajadores pueden defender sus puestos de trabajo con los métodos históricos de lucha del movimiento obrero (asambleas, cortes de calle, movilizaciones, fondo de huelga) y que son ellos los que hacen el diario.
No es un dato menor: ante la ola de vaciamientos de empresas como producto de la crisis internacional que afecta al capital, no son pocas las patronales que abandonan el barco y obligan a los trabajadores a tomar el timón.
El conflicto ha puesto de manifiesto, también, la solidaridad activa de los trabajadores de prensa en defensa de nuestras reivindicaciones: paritarias para el gremio, defensa de las fuentes laborales, aplicación del Estatuto del Periodista y del convenio 302/75. Se han reunido varias comisiones internas que representan a unos 4.000 trabajadores y se han manifestado activamente en defensa de Crítica, con paros, aplausazos y colaboraciones con el fondo de huelga, solidaridad que culminó en el gran acto que, con motivo del Día del Periodista, se realizó en la puerta del diario. Esta autoconvocatoria, que expresa el inmovilismo de la conducción del sindicato de prensa y se coloca como dirección efectiva, comprueba también la posibilidad de encarar una lucha por la elección de delegados en los lugares de trabajo que hasta el momento carecen de representación (el grupo Clarín es el caso paradigmático).
Al calor de la crisis económica mundial, los Estados han salido al salvataje de los capitalistas en quiebra, lo que convierte a los trabajadores en deudores compulsivos, que deberán pagar con desocupación, recorte de salarios e inflación las deudas de sus patrones. En nuestro caso, las dilaciones de la burocracia estatal son funcionales a la política de vaciamiento de la patronal, que de esta manera encuentra el tiempo para desalentar a los trabajadores en lucha y planear alguna alternativa con despidos y achicamiento.
Salvar al diario Crítica es salvar de la miseria a sus 190 trabajadores, defender sus fuentes de trabajo y pagar sus salarios: el Estado debería hacerse cargo del pago de los sueldos, los servicios, el alquiler y los insumos para la edición del diario hasta que el conflicto se defina de alguna manera que deje a todos los trabajadores (los colaboradores incluidos) adentro. Una posibilidad sería editar el diario on line todos los días y en papel los domingos. Con el debate sobre la ley de medios en el candelero, no es una buena señal que un diario cierre sus puertas y deje a sus trabajadores en la calle.

Eduardo Mileo
Corrector de Crítica de la Argentina